¿Estás renovando tu hogar y ha llegado el momento de decidir qué tipo de parquet vas a colocar en el suelo de tu casa?
Seguramente te encuentras perdido y no sabes cuál elegir entre tantos tipos. Entendemos que es una decisión importante que repercutirá directamente en la apariencia de tu hogar.
Sin embargo, elegir el tipo de tarima no es nada complejo, si conoces sus características y ventajas, además nosotros te podremos ayudar, pregúntanos aquí.
Lo primero que debes saber es que en el mercado existen diversos tipos de tarima:
La tarima de madera se suele utilizar mucho para revestimiento interior. Se recomienda que sea instalado en áreas concurridas ya que el acabado de madera es un material muy resistente.
El tratamiento, conservación y mantenimiento de este tipo de suelo se hace a través del lijado, acuchillado y barnizado.
Este tipo de tarima está confeccionado con piezas de madera, en el mercado existen diversas presentaciones que varían según el formato y la estructura.
La diferencia entre las tarimas de maderas, radica en el espesor y materiales usado para su confección. Entre ellos podemos encontrar:
Este tipo de suelo es una pieza sólida de madera, con un acabado natural, cortada en bruto sin empalmar. Con este pavimento sin duda alguna sentirás la naturaleza en tu hogar.
Esta tarima de madera es un producto mucho más exclusivo que permite que sea instalada como tarima flotante o fijada al suelo. Además, son mucho más económicas que el parquet tradicional.
Si lo que buscas es un suelo que perdure por mucho tiempo, la tarima de madera maciza es ideal para ti.
Esta tarima está hecha con madera natural, que sin duda alguna le brindará elegancia a tu hogar.
Este tipo de suelo es una de la opción más cotizada en el mercado. Su fama se debe a la calidad y durabilidad que proporciona este tipo de tarima.
Este producto está confeccionado por una capa exterior de madera noble, de diversos grosores y otra capa formada por una base de fibras que protegen a la tarima de las dilataciones propias del paso del tiempo.
Este pavimento está confeccionado con pequeños trozos de madera maciza de 8 a 14 milímetros de espesor.
Consiste en un suelo fabricado con productos derivados de la madera, con acabados que imitan a dicho material.
La principal ventaja de este tipo de suelo es el hecho de que sea resistente y apto para ser instalado en todo tipo de entornos. Además, al ser un material sintético la humedad no le afecta.
Las tarimas laminadas son una alternativa económica. Están fabricadas por una bases compuestas de fibras de alta densidad, una capa de melamina decorativa que le da el aspecto de madera y una película transparente que protege dichos materiales.
Tienen un grosor que va desde los 6 a los 12 milímetros. Pueden venir en varias presentaciones y tamaños. Debido al que laminado es fabricado con materiales sintéticos, puede presentar diferentes propiedades y según la norma EN-13329 se clasifican en:
Cuanto mayor sea el número, mayor es la resistencia, siendo las últimas tres las más comerciales según sus usos.
Si buscas resultados económicos, los suelos vinílicos te lo pueden proporcionar. La ventaja de usar este tipo de tarima es la versatilidad que tiene como elemento de decoración. Están disponibles en diferente diseños y texturas, aunque las más demandadas son las que imitan la madera.
La tarima vinílica está hecha con material de plástico o PVC. Este pavimento es muy flexible y lo podrás conseguir en varias presentaciones: losa, rollos o lamas. Entre la características que explica su alta demanda se encuentran la resistencia al agua y su fácil instalación.
Usualmente, este pavimento es usado para revestir el exterior de tu hogar. Su instalación se hace mucho más rápido gracias al sistema clic, que permite la unión de la tablilla en sus cuatro costados.
Este tipo de suelo lo podrás conseguir en diversos tamaños, formas y diseño. Tienen un grosor de 0.05 milímetros, y es ideal para entornos transitados como restaurantes, bares u oficinas.
